domingo, 30 de agosto de 2015

Mi primera tarta

Siguiendo con lo de hablar de mis pasiones hoy toca la repostería, algo que intento y a veces me sale. Para empezar tengo que decir que hasta hace dos años, diciembre de 2013 para ser exactos, lo que yo había cocinado se reducía básicamente a arroz blanco, arroz con bonito, macarrones y freír patatas, y no muchas. Miento, una vez hice arroz a la cubana, con su plátano y todo, ahí es nada. ¿Y de postres? Pues después de irme a Mallorca me emperré en hacer crespells, unas galletas de allí, y las hice un par de veces, eso, un par, y no me salieron mal, pero me cansé. Esa era mi experiencia en la cocina. Pero como toda estudiante que termina su carrera, su master y se ve en mitad de una crisis sin que le cojan ni para trabajar ni en MacDonals me vi ociosa, aburrida y sin nada que hacer. Pasé de preocuparme por hacer trabajos y de tener que ir corriendo de un sitio a otro a no tener un duro (nada nuevo, como dije era estudiante) ni nada que hacer, salvo echar curriculum lo cual, aunque una experiencia enriquecedoramente nueva era también aburrido y una actividad limitada.  Y como justo coincidió con esa época en que en la tele solo aparecían programas de cocina, repostería y todo eso pues me dije: voy a hacer un postre. Y así empecé, busque en internet una receta de una tarta, la hice, gustó y seguí haciendo… hasta ahora.
Yo en la cocina
Pero no, no voy a reciclar recetas de cocina porque, a pesar de que mi primera receta fue sacada de internet yo la cambié poco a poco y la pulí. No por loca, noooo (bueno un poco que yo lo de seguir instrucciones como que no), sino por necesidad. ¿Qué necesidad? Pues básicamente que en mi casa son todos diabéticos, bueno, todos menos yo, pero después de 28 años yo también tomo lo que ellos. Así pues mis recetas de postre son con productos aptos para diabéticos, esto es, fructosa, chocolate especial, miel, sacarina…. ¿Esto que significa? Pues que las medidas siempre siempre siempre son diferentes, el sabor también lo es y, por desgracia, la apariencia final también. ¿Qué significa también? Pues que aunque no llevan azúcar no es que sean light, no, la fructosa tiene prácticamente las mismas calorías y no el mismo sabor. 
Además no tenía prácticamente nada de lo que hace falta para hacer postres (báscula, medidores, moldes decentes, batidora repostera....) algo que he intentado arreglar. No, no me he comprado una de esas fantásticas Kitchen air (más quisiera) pero me compré una de esas batidoras de dos varillas que, aunque con más trabajo y menos comodidad, hacen lo mismo. También tengo mi pesa digital (de las baratillas pero pesa igual), moldes de silicona, etc. Vamos low cost, pero de verdad que salen igual las cosas (o muy parecidas). Aun así la primera vez que me dio por hacer la tarta no tenía nada de eso y acabé con una tarta más que decente en forma y genial en sabor. Lo cierto es que antes había hecho unos brownies de caja un par de veces, pero como solo había que ponerles huevos y meterlos al horno no me parece que cuenten eso no es cocinar, es como calentar algo al microondas.
Además tengo que decir que yo siempre he sido golosa, pero golosa de chocolate. Eso de que un poste no lleve chocolate no lo entiendo, eso de que la gente diga que “sabe demasiado a chocolate” tampoco lo entiendo, ¿demasiado chocolate? Eso no existe, para mi no. Así que he estado toda mi vida comprando postres de chocolate y así empecé a cocinar. En una panadería de al lado de mi casa empezaron a llevar una tarta de esas como la de las películas, de masa con un montón de chocolate, sin bizcocho ni nada por el estilo, solo masa y chocolate, y estaba buenísima. Y no parecía difícil. Y yo estaba aburrida. Así que me dije: pues por que no… va a salirme mas barato y tampoco hay mucho donde meter la pata. Y empecé a hacerla, y hasta hoy. Es una de las tartas más sencillas del mundo, aunque he de reconocer que hay como mil maneras de hacerla. Yo busqué y busqué y me acabe quedando con esta porque es sencilla y sabe buenísima. No lleva gelatina ni nada por el estilo y se hace en unos 40 min. Así que ahí va.

     

   CHOCOTARTA PASTA QUEBRADA
Chooctarta original
Ingredientes:
Para la base:
100gr de mantequilla
250gr de harina
100gr de azúcar
1 huevo
1 yema
Una pizca de sal
Para el relleno:
2 huevos
200ml de nata
200gr de chocolate
Pasos:
Primero hacemos la base:
a)    Mezclamos azúcar con la mantequilla a temperatura ambiente
b)    Incorporamos harina y removemos hasta que tenga una textura terrosa.
c)     Añadimos el huevo y la yema, el sal y formamos una bola. Lo metemos en la nevera un mínimo de media hora, yo suelo dejarlo toda la noche. Si he de ser sincera yo la primera vez compre la masa quebrada de esas congeladas y sale bien bueno.
d)    Cuando este bien fría amasamos, lo ponemos en un molde con papel de horno o untado en mantequilla y lo pinchamos bien con un tenedor horneándolo hasta que esté dorado. Unos 15 min.
Relleno:
a)    Ponemos a hervir la nata. Puedes hacerlo en un cazo, yo antes lo hacia así pero mis cazos tienen vida propia, literalmente. Empezaban a explotar y hacían algo raro en la vitro, vamos que me quemé mil veces. Ahora la caliento en el microondas en un recipiente alto para que no salpique al burbujear, cierto que hay q ser más rápido al mezclar pero funciona igual.
b)    Cortamos el chocolate en trocitos, lo ponemos en un bol y vertemos poco a poco la nata encima del chocolate para que se derrita lentamente.
c)     Aquí yo si es para mi no añado azúcar, me gusta el chocolate amargo y con el sabor del chocolate fondant me es suficiente. Si es para mi casa añado un chorrito de sacarina liquida porque señores el chocolate sin azúcar apenas sabe a chocolate (deberían hacérselo mirar los que lo fabrican, es una gran estafa, si pueden quitarle la lactosa a la leche y que sepa igual, el gluten a todo y que sepa igual ¿por qué no hacen un chocolate sin azúcar que sepa medianamente a chocolate???). Y si es para amigos lo hago con un poco de chocolate, unos 50gr.
d)    Incorporamos uno o dos huevos batidos y seguimos batiendo, hasta que este bien ligado.
e)    Lo metemos al horno unos 20 min y listo. A comer.



domingo, 23 de agosto de 2015

Una de series

una de series

 Uno de mis mayores placeres durante años ha sido ver series. No sé porque pero siempre me han gustado más que las películas. Tal vez sea porque es más larga y puedes seguir la evolución de los personajes y de las historias. O tal vez sea porque no duran tanto como las películas. Todo el mundo puede sacar cuarenta minutos para ver un capítulo de una serie pero no siempre es tan fácil sacar dos horas para ver una película ( o dos horas y media, en serio, esa nueva moda de que las películas duren dos horas y media es mortal para mí porque normalmente tienen un montón de escenas de relleno que no soporto)  y eso claro, hablando de ver la película sin anuncios porque si no...
Pero el enganche real me vino hace unos diez años con las series en VOSE, ese fue el mayor descubrimiento de mi vida y el principio de un enganche bastante fuerte. Fue buscando capítulos de Supernatural, de la primera temporada (sí, de esa serie que va a empezar la 11º y que sigo viendo by the way). Descubrí un foro donde estaban los capítulos (imposibles de ver de otra forma) en ingles y con subtítulos, y los ví,  y descubrí un mundo que ni sabía que existía. Ahí empece a ver series que simplemente no llegaban a España (muchas aun no han llegado) o que estaban dos o tres temporadas más atrasadas, por no hablar de las que cambiaban de día sin previo aviso o nos dejaban a mitad de temporada colgados o ponían una temporada y nunca más... nada que no sepa cualquiera que haya intentado seguir alguna serie americana por la tele. Y en aquella época no había tantos canales como ahora... 
Desde entonces he visto series magnificas que nunca han llegado a España, series malas que tampoco, algunas que con el doblaje pierden, otras que preferí el doblaje al final... Historias maravillosas, malas y regulares. Y de propina he mejorado muchísimo mi inglés. Así que considero que el terrible trato que reciben las series americanas en España a mi me ha venido muy bien. 
Aun así tengo que confesar que desde hace un año ya no veo tanta serie en VOSE. ¿Porque? Pues porque aunque las series americanas tienen cosas buenas como la duración de los capítulos y la regularidad de la emisión de los mismos, tambien tienen cosas horribles como los parones. Nunca lo llevé bien y ahora es que me desespera, en especial el de Navidad. Que en mitad de una temporada te dejen semanas entre medias en blanco (cuando no un mes o dos enteros) es mortal. Las series tienen 22 capítulos por temporada (lo sé hay años que son 23 o 24 pero no es lo normal) y que lo quieran estirar de septiembre a mayo como que no. Allí les funcionará, a mi me desespera. Será que no tengo la paciencia necesaria. Si a eso le sumamos que hace tiempo que los estrenos no me convencen pues... todo junto gloria. Supongo que será una fase o tal vez no. No lo sé pero hace tiempo que decido ver las series de golpe, en verano, a no ser que sea una serie fantástica. O de cable: temporadas más cortas y sin parones generalmente.
En definitiva, soy una fan de las series. Ex adicta en realidad. Sigo con mis calendarios para saber los estrenos, sigo con mis foros para comentar, pero ya no tengo diez series a la semana por ver ni nada por el estilo. Aunque tengo que confesar que a veces sigo sintiendo lástima de que las cadenas españolas no traten mejor las series americanas con todo lo que mueven. Tal vez si lo hubieran echo mi ingles sería mucho peor pero podría haber compartido mi hobbie con mi familia. Todo tiene su lado bueno y malo supongo.

sábado, 15 de agosto de 2015

Una de libros

Empezar algo siempre es excitante. La verdad es que es realmente divertido, por eso he decidido comenzar con una de mis mayores pasiones: los libros. Bueno, en realidad las novelas, que no es lo mismo. Eso no quiere decir que siempre vaya a hablar de ellos, aunque sí muchas veces supongo, pero creo que es una buena forma de empezar. ¿Quien sabe? Igual incluso acabo acostumbrándome a esto de escribir y todo. Así que allá vamos.

Para empezar aclarar que lo que voy ha hacer es una reivindicación (aunque yo no soy de reivindicaciones y prometo que casi seguro será la única). Pero es que es algo que me molesta y mucho. Y llevo viviéndolo desde los quince años más o menos, así que estoy más que harta. No se como habrán vivido otros lectores sus pasión/hobbie. Yo personalmente lo he vivido sola. Y supongo que en parte ha sido porque he querido y en parte ha sido por la cantidad de discusiones que me ha traído, lo cual acaba cansando. Me explico. A parte de la típica frase de mi abuela de "deja de leer que te cansas al vista", lo que realmente me indigna más que enfada es la gente que cree y dice que leer novelas no es productivo. Para que se entienda, la conversación con una persona de este tipo sería algo así (porque la he vivido tantas veces que me la se de memoria):

   - Ah ¿y que tipo de libros te gusta?.
   - Pues depende del día/semana/mes y del humor que tenga. Ahora estoy leyendo más que nada novela histórica- (insertese otro tipo de género) y ya viendo su cara preguntas con miedo-. ¿Tu?
   - Ahh no, yo no. Yo leo libros buenos. Ensayos sobre todo. Alguna biografía. Ya sabes ese tipo de cosas- dicho todo ello con cierto tono.
   - Perdona no te entiendo- intentando con todas mis fuerzas no ofenderme.
   - Si bueno, ya sabes. Libros que te aportan cosas. Tambien leo clásicos, pero es que las novelas no aportan nada. Yo creo que es mejor leer poco pero de calidad que no mucho y que no sirva de nada, como las novelas.

Pues sí, esa conversación (más o menos) la he tenido tantas veces que ya cuando llego a ella directamente paso de la persona. Pero tengo que admitir que me ofende bastante. ¿Perdona? ¿Que las novelas no son buenas? No me hagas reír. Y tengo criterio para hablar. Por mi profesión he tenido que leer más ensayos, artículos, divulgación, biografías, poesía y obras de teatro las que he querido, muchas más. Y me gustan, que no se me entienda mal. Disfruto con una buena biografía, me gusta leer un ensayo de los temas que me gustan y tengo unas cuantas obras de teatro en mi librería así como libros de poesía. Son entretenidas y puede apetecer leerlas, como he mencionado todo depende del humor o día que tenga. Pero yo prefiero las novelas  hablando en términos generales. Y para ser exactos prefiero la novela histórica, fantástica y de ciencia ficción, por ese orden, es lo que me entretiene. Pero también leo del resto porque para opinar hay que conocer. Y de todas y cada una de ellas he aprendido algo. De todas. Pensar o creer que un libro no aporta nada es absurdo y propio de alguien que no es realmente lector, así de claro. Hasta de los libros malos (como cierta trilogía de las sombras por ejemplo, que como literatura  yo creo que buena no es aunque te pueda gustar más o menos la historia) aprendes algo.  Por eso que gente que se lee dos o tres libros al año, los mismos que yo la mayoría de semanas (porque nunca falla, siempre son gente que se da de intelectuales y que a la hora de la verdad nada), me mire con superioridad y se crea que por leer ese tipo de literatura es mejor lector me ataca los nervios. Porque para empezar no hay mejores ni peores lectores. Hay lectores, punto. Y toda lectura es buena aunque solo sea para ampliar vocabulario y mejorar la ortografía. Y de ahí no me saca nadie, ni siquiera el profesor de la universidad que me dijo que o leías un libro bueno o mejor no leer (eso si que fue la mayor burrada que he odio en mi vida). Y para terminar no todo el mundo tiene tiempo ni ganas de meterse a leer un ensayo sobre la masonería o el capitalismo, por ejemplo, por interesante que pueda ser. Y menos cuando sales de trabajar ocho horas diarias. Lo que quieres es desconectar y entretenerte y eso te lo da una novela del tipo y género que sea. Igual que te lo puede dar una biografía, una poesía o una obra de teatro, igual que te lo puede dar un ensayo, aunque este por norma general sea más denso que las novelas. ¿Es menos lector el que elige una novela? No. ¿Es más inteligente el que elige una obra de teatro o una biografía? Tampoco.

Eso no significa que la gente que no lee haga algo mal que conste. Cada uno hace lo que le gusta y atrae. Yo no concibo pasar un día sin leer, siempre saco tiempo para ello porque me gusta (igual que nunca tengo tiempo para hacer deporte ¿porque será? jaja), todos tenemos nuestras prioridades. Creo que los no lectores o no lectores habituales (entiéndase gente que lee un libro al año o simplemente no lee) se pierden mucho. Se pierden mundos, universos enteros, se pierden historias y personajes que te pueden marcar tanto o más que las personas reales, historias apasionantes que por mucho que intenten nunca podrán plasmar en una pantalla (lo que tampoco quiere decir que las películas de libros no sean buenas, simplemente son diferentes al libro). Y eso me da pena, mucha (como a los deportistas les dará pena que no descubra lo bien que te sientes haciendo deporte supongo). Pero los respeto. Por lo tanto que me respeten. Que nos respeten a los lectores de novelas que posiblemente leamos en un mes más que ellos en todo el año. Y sobre todo: QUE NO NOS TOQUEN LAS NARICES. He dicho (que bien se queda uno después
de desahogarse).