domingo, 20 de septiembre de 2015

La libreta

No hay nada que me guste más en el mundo que una papelería (salvo una librería pero de eso hablo otro día). Hoy en día para mi son como las jugueterías para los niños. Y si son de esas grandes, con pasillos y miles y miles de artículos... bueno entonces puedo pasarme allí horas, directamente pierdo la noción del tiempo. Voy recorriendo los pasillos mirando artículos, clasificando los que me gustan haciendo mentalmente los cálculos "si me compro esta libreta y esos bolis de allí son 12 euros, pero es que me encanta esa carpeta pero cuesta 10... que va dejo los bolis, no mejor la libreta... carpeta y bolis..." y así durante horas, es lo malo de ser pobre que tienes un presupuesto y necesitas ajustarte. Cuando iba al colegio y la Universidad era mi época favorita (no por empezar sino por comprar todo lo que necesitaba y muchas cosas que no pero quería). Vamos un placer solo superado con ir a una librería. 
Hoy en día sigo dándome el capricho de ir de vez en cuando a una papelería aunque realmente ya no me hace falta (¿a quien le hace falta con los ordenadores, ipad y móviles?). Y mi artículo favorito son las libretas (seguidas de cerca por los bolígrafos), pero no cualquier tipo de libretas sino las libretas monas. Libretas de tamaño cuartilla, con tapas duras, con dibujos o lisas, de hojas blancas o crema, sin pautas (ni líneas, ni cuadrícula ni nada) y a poner ser con goma para las hojas, vamos tipo moleskine (sí, tengo varias y cada vez que veo el expositor me dan ganas de comprarme una aunque me aguanto todo lo que puedo). También tengo algunas otras con forma de libro, con hojas como con dibujos... vamos, libretas especiales. Esas son mis libretas. ¿Porque las cojo? Porque siempre me veo a mi misma escribiéndolas, poniendo grandes cosas, escribiendo cosas importantes que merezcan la pena. ¿El problema? Que luego las acumulo esperando algo que escribir. Nada me parece bastante bueno para mis libretas especiales. Así que tengo unas cuantas en blanco en casa esperando su gran momento.
Porque yo creo que no hay mejor sensación en el mundo que empezar una libreta, lo digo en serio. No es que sea escritora, ni que lleve diarios (en realidad la idea de escribir todo lo que hago o pienso me resulta horrible, tediosa e innecesaria), tampoco me gusta que la gente lea lo que escribo, solo me gusta escribir. La sensación de sentarse y plasmar una historia o una idea es fantástica indiferentemente de lo buena o mala que esta pueda ser. Será porque mi cabeza siempre esta llena de historias y de vez en cuando necesitan salir. O será porque me gusta llenar papeles. No lo sé. 
El caso es que hoy voy a empezar una de mis libretas especiales. Lleva cerca de seis meses esperando y hace un par de días por fin decidí que iba a poner en ella y hoy es el momento. Se trata de una libreta tipo libro de color rosa con las páginas llenas de marcas de agua de paisajes y frases. Espero que sea la indicada para esto, espero que no se queden ni pequeña ni grande y espero escribirla entera. No voy a escribir nada especial, al menos nada que vaya a leer nadie pero voy a escribir y eso es siempre importante. Solo espero que alguien pueda entender esta sensación mezcla de expectación y alegría. Hoy voy a escribir.

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