miércoles, 2 de septiembre de 2015

Nostalgia

Hoy me ha dado por leer uno de mis libros de Harry Potter, "La piedra filosofal" para ser exactos. Ayer vi la película en Canal +, no había otra cosa y hacia años que no la veía, y como suele pasar me entraron ganas de leer el libro. Es gracioso porque me lo se de memoria, desde que leí el cuarto y tuve que esperar varios años para que saliera el quinto me releí esos cuatro que tenía por lo menos veinte veces, aun así me encantan. Así que me acerque a mi librería y lo cogí, y al mirarlo me inundó un sentimiento de cariño bastante nuevo y es de eso de lo que hoy quiero hablar.
Harry Potter y la piedra filosofal
Para empezar quiero que quede claro que me encanta la historia de Harry Potter, que creo que es algo más que una historia infantil, aunque como historia infantil es buena. Que con cada lectura descubres algo nuevo y que la autora escribió uno de esos escasos libros que se pueden disfrutar a todas las edades: los niños disfrutan de la magia, los adolescentes se pueden sentir identificados con los cambios que se van produciendo en los protagonistas y los adultos podemos disfrutar de toda la subtratama que hay debajo, la política, en enfrentamiento de ideologías, los malos tratos... vamos un universo muy rico. Tengo que confesar que no sentí lo mismo la primera vez que leí el libro con trece años que cuando lo leí con dieciocho o con veinticinco. Y creo que esa es la grandeza de la obra de Rowling. Aun así no soy una fanática, no quiero saber como sigue la historia porque me gusta tal y como está y creo que lo que pase después no tiene sentido para la historia (que era tanto la de Harry como la de Voldemort), no miro Pottermania. Tampoco me gustan las películas aunque las he visto y creo que están bien hechas. Simplemente no me gustan como tantas otras y de quedarme con alguna sería con la primera y la segunda (que curiosamente no son mis libros favoritos).
Así que hoy que cogí una de los libros de mis colecciones favoritas con ganas de reencontrarme con Harry y su mundo no esperaba mi propia reacción. Desde que lo cogí hasta que lo miré pasaron unos segundos pero cuando lo hice no pude evitar sonreír, sonreír con alegría y algo de pena, porque en el momento que lo vi tambien vi la historia del propio libro. Me explico. Mi libro de "La piedra filosofal" está hecho un asco, pero en el buen sentido. Lo acabo de mirar y es la 23º edición del mismo, de 2001 pero parece más viejo. Tiene el lomo torcido y doblado (y eso que es de tapa dura, estos libros salieron de bolsillo hace cuatro días), la tapa desgastada, las paginas amarillentas (pero ni una doblez), los bordes casi marrones y alguna que otra huella de dedos. Y mi nombre en la portada. Es un libro usado. Muy usado. Mirándolo recordé la cantidad de veces que ha sido leído. Lo ha leído mi madre, mis amigas del instituto, alguna de la universidad (para dejar de escucharme decir que los libros eran mejor que las películas, acabaron dándome la razón of course) y yo misma. Ha viajado 3000Km en una mudanza metido en un contenedor, ha subido a un barco y ha superado las veinte (o más) lecturas que yo misma le he hecho un base le notan. Es un libro con historia, es un libro que vale tanto por sí mismo como por lo que ha vivido. Y eso me ha gustado. Creo que esta colección es la que más ha vivido de mis estanterías, la que más me ha ayudado a compartir la lectura porque, como he dicho en otro post, yo no presto libros ni suelo hablar de mis lecturas. Pero este libro y sus "hermanos" han sido testigos de discusiones, interpretaciones y especulaciones sobre el universo de Harry.
No se si a alguien más le habrá pasado lo mismo y con que libros les ha pasado. Si a alguien le interesa contarlo soy toda oidos (y ojos). Y ahora... ahora me voy a leer mi libro, una gran historia tanto dentro como fuera de las tapas.

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